Así como cada individuo tiene una identidad única, lo mismo pasa con una marca: se tiene que destacar con lo que la hace diferente. Si tu marca no tiene una personalidad bien definida, estás perdiendo clientes.
Ser como todos, es no ser nadie.
La identidad de tu marca te permite:
Comunicarle al mundo quién sos.
Diferenciarte de la competencia.
Crear una estética memorable.
Establecer una conexión emocional con tu cliente ideal.
Mirá estos ejemplos reales
En esta entrada de blog te dejo 2 comparativas de marcas que venden productos similares pero que son imposibles de confundir entre sí gracias a sus marcadas personalidades.
Cada marca tiene su propia identidad, su propia voz, su propio "look & feel" y un público target en particular.
2 Empresas
Un mismo rubro: CAFETERÍA
2 Identidades inconfundibles
2 Marcas
Un mismo producto: RELOJES
2 Identidades muy diferentes
Como podrás ver, para diferenciarte de los demás la clave está en no enfocarte tanto en lo que vendés sino en cómo lo vendés y en cómo lográs atraer a tu cliente ideal usando tu identidad de marca.
¿Estás segura de que tu Marca tiene una Personalidad?
UN SIMPLE EJERCICIO PARA PONER EN PRÁCTICA:
Si no estás segura de que tu marca cuenta con una identidad bien definida, tomate unos minutos para contestar estas 3 preguntas:
¿Qué tiene de especial tu marca que la diferencia de las demás?
¿Cuál es el público al que estás tratando de captar? (edad-género-nacionalidad-estilo de vida-intereses)
¿Qué emoción o sensación querés transmitirle a tu cliente ideal?
Usá las respuestas a estas 3 preguntas para poder crear -o perfeccionar- de manera estratégica tu Personalidad de Marca y tu Identidad Visual.
¿Qué estás esperando para resaltar? Diferenciate con lo que te hace especial.
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